HAY UNA HISTORIA

AQUELLAS INTUICIONES PRESAGIOS DE ÉXITO

Era el año 1960, cuando cuatro importantes personajes de la industria de las máquinas para la enología me pidieron que les permitiera reunirse en una de las salas de la sede de la “Unione Italiana Vini”, que yo dirigía desde 1952, para discutir y decidir un proyecto de Salón para máquinas enológicas, bienal e internacional, como lo era el “Salon d’Embouteillage” en París, con carácter privado y que sustituyera el Pabellón de Máquinas Enológicas del Recinto Ferial de Milán. 
Fue así que se organizó una vasta obra promocional a partir de 1962, movilizando todos las Sedes del ICE (Comercio Exterior) en el extranjero, las asociaciones del sector y las publicaciones especializadas en los diferentes países, las autoridades competentes e inclusive, fueron informadas todas y cada una de las empresas vinícolas y las embotelladoras del mundo. El “Comité de Honor” obtuvo apoyo por parte de numerosos ministros y parlamentarios, así como, a partir de 1965, la calificación de “Internacional” y el patrocinio de los Presidentes de la República Saragat y Leone. 
Fue así que con estos antecedentes, en noviembre de 1963 nació SIMEI (inicialmente en el “Palazzo dello Sport” y luego, a partir de 1965, en otros pabellones más adecuados y sobre todo más grandes), que poco a poco se afirmó con un notable crecimiento. Durante los años de mi gestión, 1963 – 1985, los metros cuadrados totales ocupados pasaron de 12.000 a 42.000, los expositores de 170 a 470 y los visitantes de 11.000 provenientes de 27 países a 32.000 provenientes de 50 países. 
Posteriormente, como se sabe, el crecimiento ha continuado: los expositores, de 470 han pasado a 700, los metros cuadrados de 42.000 a 80.000, los visitantes de 32.000 a 48.000 (de los cuales 9.400 extranjeros provenientes de 90 países). 
Un éxito que además ha permitido a SIMEI, a partir de 1997, adquirir un aspecto más significativamente vitícola con la muestra ENOVITIS, que se ha sumado a éste con 8.000 metros cuadrados y casi 100 expositores, así como renunciar a las manifestaciones colaterales, que restan tiempo a los visitantes profesionales en un período de exposición reducido de 5 días. Pero SIMEI, ya sólidamente consolidado a todo nivel se puede considerar el resultado natural del crecimiento cualitativo del sector vinícola (principalmente del D.O.C.) y del crecimiento cuantitativo de los sectores cerveza, agua mineral y bebidas sin alcohol, en un cuadro internacional cada vez más amplio gracias al inicio del “Mercado Común Europeo” en 1970, a la ampliación de la Unión Europea (de 6 miembros a 10, luego a 15 y dentro de poco a 25) y a la progresiva “globalización” de los intercambios comerciales, surgida con los acuerdos del Gatt de Marrakech en abril de 1994.

Antonio Niederbacher